Prejubilación: ¿qué es, cómo se gestiona y quién puede beneficiarse de ella?

La prejubilación es un concepto que puede definirse como un acuerdo entre una persona y la empresa donde trabaja, que consiste en la rescisión del contrato un tiempo antes de que el trabajador cumpla la edad necesaria para poder acceder a la jubilación, ya sea ordinaria o anticipada. La empresa es quien se ocupa de definir las condiciones de la prejubilación, ya que no es un procedimiento que esté reconocido o regulado por la Seguridad Social.

Cuando un trabajador y su empresa llegan a un acuerdo de prejubilación, se extingue el contrato laboral del empleado en cuestión, y este pasa a percibir la prestación por desempleo. Es necesario, por lo tanto, que cumpla los requisitos establecidos en cuanto a años cotizados. Se trata de una situación similar a un despido, aunque existen varias diferencias. En caso de prejubilación, el trabajador no solamente cobrará este subsidio por desempleo, abonado por el SEPE, sino que también percibirá ciertos ingresos de la empresa, puesto que cobrará una parte de su sueldo habitual.

Por lo tanto, la prejubilación es una situación en la que una persona, tras la finalización de una relación laboral con la empresa donde trabajaba, continúa percibiendo unos ingresos hasta que llega el momento de jubilarse y empezar a cobrar la pensión.

Generalmente, la prejubilación se da en casos en los que el trabajador se encuentra en una edad cercana a la jubilación, pero todavía no tiene derecho a acceder a la jubilación anticipada. La empresa y el trabajador en cuestión llegan a un acuerdo y firman un convenio que determina las condiciones de esta finalización de la relación laboral.

Cuando un trabajador se prejubila, se continúan pagando las cotizaciones a la Seguridad Social del empleado en cuestión, hasta que este alcanza la edad de jubilación. Hay ocasiones en las que esto se hace mediante un convenio especial a nombre del empleado, quien abona las cuotas de los seguros sociales.

Como parte del acuerdo, la empresa especifica el importe que el trabajador cobrará mensualmente hasta que este pueda acogerse a la jubilación, o bien ordinaria, o anticipada.

En un contexto en el que muchas empresas han tenido que enfrentarse a una situación económica complicada, la prejubilación es un sistema que puede ayudarles a reducir ciertos costes y a negociar las finalizaciones de contratos de trabajadores con antigüedad en la empresa y de mayor edad. Además de esta reducción de costes, la prejubilación también ofrece los siguientes beneficios a las organizaciones:

• La empresa puede rejuvenecer la plantilla, lo cual le permite estar actualizada en cuanto a conocimiento, nuevas herramientas y tendencias actuales.

• Es una manera de reestructurar la organización en caso de que esto sea necesario debido a la situación económica. Se puede emplear como parte de un proceso de downsizing.

• Al llevar a cabo una reestructuración del equipo ajustada a las necesidades y características de la organización, la empresa mejora su competitividad.

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En cuanto a los efectos que la prejubilación tiene en el trabajador, es importante mencionar lo siguiente:

• Tras la finalización del contrato, el trabajador obtiene una estabilidad económica, puesto que, además de cobrar la prestación por desempleo, también percibe un porcentaje de su sueldo habitual.

• Generalmente, este porcentaje suele ser de entre el 60 % y el 80 %, aunque el importe exacto dependerá de lo que determine la empresa. Para decidirlo, la organización se basará en aspectos como el tiempo que durará la prejubilación, la antigüedad del empleado en la empresa o su edad, entre otros posibles aspectos.

• El trabajador puede retirarse de manera anticipada a pesar de no haber alcanzado la edad de la jubilación, mientras continúa obteniendo unos ingresos similares a los que percibía cuando trabajaba.

• Además, se considera que, en comparación con otros tipos de despido, la prejubilación es una forma de rescisión de contrato que no resulta traumática, puesto que ofrece diferentes beneficios al trabajador. 

En España no existe una ley específica de derecho laboral que regule la prejubilación. Como se ha mencionado previamente, no se trata de un procedimiento o trámite que esté regulado por la Seguridad Social, sino que la prejubilación es un acuerdo al que llegan la empresa y el empleado en cuestión. Sin embargo, el artículo 161 bis de la Ley General de la Seguridad Social menciona la prejubilación, puesto que la diferencia de la jubilación anticipada.

En resumen, la prejubilación es un contrato individual firmado por la organización y el empleado después de la rescisión del contrato laboral del trabajador, y es la empresa quien establece las condiciones.

Puesto que no existe una ley específica que regule la prejubilación, no hay unos requisitos definidos para poder acceder a esta, y la empresa determina las condiciones de este acuerdo. Sin embargo, estas son las condiciones que deben darse:

• El trabajador debe estar en situación de desempleo y, para poder cobrar esta prestación, debe cumplir los requisitos establecidos por la ley, por lo que debe tener suficientes años cotizados a la Seguridad Social.

• No existe una edad específica a partir de la cual un trabajador pueda prejubilarse. Sin embargo, este tipo de jubilación suele ofrecerse a empleados que sean mayores de 55 años.

• El trabajador no debe tener la posibilidad de poder acceder a la jubilación anticipada.

• Se debe firmar un acuerdo o convenio de prejubilación entre el trabajador y la empresa.

• Es necesario seguir pagando las cotizaciones a la Seguridad Social hasta que el empleado alcance la edad y las condiciones para tener acceso a la jubilación ordinaria o anticipada. Tal y como se ha explicado previamente, esto a menudo se hace mediante un convenio especial.

Por otro lado, también es posible llevar a cabo la prejubilación a través de un ERE o expediente de regulación de empleo.

Es importante no confundir la prejubilación con la jubilación anticipada por voluntad del trabajador. En primer lugar, la prejubilación no está regulada por la Seguridad Social, es un acuerdo entre el trabajador y la empresa y es la organización quien define las condiciones. En cambio, la jubilación anticipada sí está regulada por la Ley de la Seguridad Social. En este caso, es este organismo público quien se ocupa de abonar una pensión al trabajador. Por lo tanto, mediante la jubilación anticipada, el empleado pasa a ser pensionista, pero en el caso de la prejubilación pasa a ser desempleado y, como consecuencia, tiene derecho a la prestación por desempleo.

La finalidad de la jubilación anticipada es ofrecer al trabajador la posibilidad de jubilarse dos años antes de la edad de jubilación establecida por la ley. Sin embargo, no existen unos requisitos específicos de edad para prejubilarse.

La ley no establece una edad mínima para prejubilarse. Sin embargo, lo más habitual es que las empresas ofrezcan este tipo de jubilación a empleados mayores de 55 años.

Para la prejubilación, es necesario que la empresa y el trabajador firmen un acuerdo, las condiciones del cual son definidas por la empresa. No existe una ley concreta que determine unos requisitos específicos. Sin embargo, el trabajador deberá cumplir las condiciones necesarias para poder percibir la prestación por desempleo.