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Perfil de trabajador: ¿qué es y para qué se utiliza?
El perfil de trabajador es un resumen que contiene su información más relevante desde un punto de vista profesional. En el ámbito de los RR. HH., se utiliza para analizar si una persona es la adecuada para un determinado puesto de trabajo o ascenso.
Este perfil puede ser elaborado por el propio candidato, tratando de destacar las competencias laborales más relevantes para el puesto al que aspira. Pero, al mismo tiempo, reclutadores y empresas pueden elaborar sus propios perfiles de trabajador, con el objetivo de evaluar diferentes candidaturas para un mismo puesto.
¿Qué contiene entonces un perfil de trabajador? ¿Qué fuentes utilizar para elaborarlo correctamente? ¿Qué tipos existen y qué perfiles son los más demandados por las empresas en España?
Puntos claves
El perfil de trabajador es elaborado por el candidato, pero las empresas también elaboran el suyo propio a raíz de otras fuentes de información.
Existen diferentes clasificaciones, según las habilidades presentadas o la finalidad del perfil (que no siempre es la de ser contratado para un puesto).
Cuando se habla del perfil de trabajador más demandado por las empresas se refiere a ramas profesionales con vacantes sin cubrir en el mercado laboral.
El perfil de trabajador es algo vivo que cambia con el tiempo.
El conservador y el vocacional son los dos perfiles actitudinales más comunes en España.
Índice
- 1¿Qué es el perfil de un trabajador?
- 2¿Para qué sirve saber el perfil de un trabajador?
- 3¿Qué elementos incluye un perfil de trabajador?
- 4¿Qué tipos de perfiles laborales existen?
- 5¿Qué perfiles del trabajador son los más comunes en España?
- 6¿Qué perfiles del trabajador son los más demandados por las empresas actualmente?
- 7Ejemplos de perfil laboral
- 8Preguntas frecuentes
¿Qué es el perfil de un trabajador?
El perfil de un trabajador es la información profesional más relevante de una persona. Se compone principalmente de la experiencia que ha acumulado en su carrera y la formación que ha adquirido en relación con competencias importantes para su desempeño.
Una persona tiene la opción de incluir su perfil de trabajador en su curriculum vitae, aunque las empresas pueden confeccionar sus propios perfiles en función de otra información que hayan recopilado de otras fuentes, como, por ejemplo, redes sociales profesionales, entrevistas telefónicas, entrevistas de trabajo, entrevistas de grupo, etc.
¿Para qué sirve saber el perfil de un trabajador?
Se trata de una información relevante para el reclutamiento de personal, pues en ella encuentran los grandes rasgos que podrían determinar si, a priori, una persona tiene talento y encaja, o no, en un determinado puesto de trabajo.
¿Qué elementos incluye un perfil de trabajador?
Un perfil de trabajador se compone de dos grandes apartados: la formación más relevante en relación con su profesión y la experiencia laboral que ha ido acumulando.
Dentro del apartado de formación,destacan cursos, grados o máster por orden de importancia para la vacante o aspiraciones del empleado.
A día de hoy, no es tan importante si se trata de una formación reglada o no. Por ejemplo, es muy común incluir cursos on-line de determinados lenguajes de programación en el caso de carreras profesionales relacionadas con la informática y el desarrollo, sin necesidad de que estos tengan que ser impartidos directamente por academias oficiales o se trate de formación reglada.
En otras habilidades, sin embargo, sí se suele exigir cierta formalidad en los títulos presentados, pues son garantía de que, en efecto, el candidato posee los conocimientos que dice acreditar. Es el caso de los idiomas, en donde se suele requerir titulación oficial.
Por otro lado, tenemos la experiencia. En este apartado se incluye de forma resumida la experiencia total acumulada en una determinada materia o funciones, que coinciden con el puesto al que se aspira.
Además de estos elementos y en función de quién sea el que esté elaborando el perfil del trabajador (los propios empleados o las empresas), también podría incluir otros datos como:
Hard skills o habilidades duras: conocimientos técnicos específicos para el desempeño de un determinado trabajo.
Soft skills o habilidades blandas: se trata de competencias generales que siempre son deseables en determinados puestos de trabajo, como, por ejemplo, la resiliencia o la capacidad de trabajo en equipo.
Datos personales, como, por ejemplo, el lugar de residencia, en el caso de que sea relevante para el puesto por ser necesaria la presencialidad para un correcto desempeño de las funciones profesionales.
¿Qué tipos de perfiles laborales existen?
Existen diferentes tipos de perfiles laborales en función de su contenido. Según esta clasificación, podríamos encontrarnos con:
Perfiles laborales técnicos. Aquellos en donde la formación técnica es importante para el puesto o el objetivo que se pretende con la presentación del perfil laboral. Es por eso que en ellos se da más relevancia a la constatación de que se cuenta con los conocimientos técnicos necesarios para el desempeño del puesto de trabajo que se pretende.
Perfiles laborales de experiencia. Tratan de poner en valor una larga trayectoria laboral.
Perfiles laborales de competencias. En ellos se resaltan las principales competencias que tiene el empleado. Suelen ser muy útiles cuando se busca llamar la atención en procesos de selección de personal, mediante el uso de palabras claves que son las que los reclutadores esperan encontrar, pues serían habilidades necesarias para la vacante que pretenden cubrir.
También podemos hablar de diversos tipos de perfiles laborales en función de la finalidad para la que se estén elaborando, dado que no siempre tienen el objetivo de postularse para una vacante:
Perfil laboral para una presentación. Se trata de perfiles que tratan de demostrar la valía de un profesional, pero con la finalidad de mostrar un perfil consistente y con experiencia. Se utiliza cuando la persona va a realizar una charla, ponencia o presentación a un cliente y se quiere demostrar que se trata de un perfil reputado.
Perfil laboral para una vacante. En este caso, sí se trataría de poner en valor la experiencia, actitudes y aptitudes laborales para resultar un profesional atractivo para una oferta de trabajo o una promoción interna.
La última clasificación sería en función de las actitudes detectadas desde varias fuentes, no solo por la información aportada por el propio empleado. Aquí tendríamos multitud de tipologías diferentes. Algunas de las más destacadas son:
Líder. Un perfil de trabajador en donde se reúnen diversas cualidades que permiten anticipar que esa persona podría liderar equipos.
Colaborador. Un perfil de trabajador que destaca por su solidaridad, compañerismo y habilidades de comunicación, lo que lo convierte en un buen trabajador en equipo.
Planificador. Un buen perfil medio capaz de coordinar equipos, tareas y proyectos para alcanzar objetivos en un departamento o equipo de trabajo.
Creativo. Persona con excelentes habilidades para la resolución de situaciones complejas a partir de la obtención de nuevas ideas y puntos de vista que plantean nuevos escenarios y soluciones a problemas persistentes.
Procrastinador. En este caso, se trataría de un perfil negativo. Tras el análisis de sus habilidades y características, se concluye que estamos ante un perfil laboral que tiende a posponer tareas o circunstancias que no sabe o no quiere afrontar.
Competitivo. Un perfil laboral que tiene su lado positivo, pero que podría tornarse negativo. Una persona competitiva fomenta un clima laboral de productividad y favorece la resolución de problemas y el cumplimiento de los objetivos. Pero, al mismo tiempo, podría priorizar ‘ir por delante’ por encima de otros valores éticos que también puedan ser importantes, como el compañerismo, la gestión y el trato adecuado hacia otras personas, etc.
Conservador. De nuevo estaríamos ante un perfil con aspectos positivos y negativos, en función de la circunstancia que deba afrontar. Este perfil profesional no pondrá en riesgo un proyecto o la consecución de un objetivo tomando decisiones alocadas o cambiando estrategias de forma brusca. Sin embargo, al mismo tiempo puede ser una personalidad poco adecuada cuando se necesita reaccionar ante cambios en las condiciones del mercado, una necesidad de un replanteamiento de la actividad o circunstancias similares.
¿Qué perfiles del trabajador son los más comunes en España?
Según el informe ‘Los perfiles actitudinales de los trabajadores en España’, elaborado por Infojobs, el perfil más común en España es el conservador.
En segundo lugar tendríamos el vocacional, que representaría a personas en constante formación. Según el informe, son proactivos y consideran que el trabajo es su pasión.
En tercer y cuarto lugar, tendríamos el perfil acomodado, cuyo principal rasgo es que prefiere no cambiar de empleo, y el perfil inconformista, que sería el opuesto al anterior.
¿Qué perfiles del trabajador son los más demandados por las empresas actualmente?
Cuando se habla de perfiles más demandados, se hace referencia al tipo de profesional que más demanda el mercado laboral, desde el punto de vista de los sectores o actividades principales de desempeño.
Así, y según el informe ‘Perfiles más demandados’ de Adecco, el perfil del trabajador más demandado continúa siendo aquel relacionado con el ámbito de la tecnología de la información o IT.
Personal sanitario, titulados de FP relacionados con desarrollo industrial y perfiles en el sector de la construcción serían los otros perfiles de trabajador más demandados por las empresas en la actualidad.
Estos datos coinciden con el informe ‘Los perfiles más demandados’ de Randstad, que añade además el auge de perfiles relacionados con marketing digital.
Ejemplos de perfil laboral
“Redactor con más de veinte años de experiencia especializado en economía y finanzas. Máster en Gestión de Equipos con más de cinco años de experiencia en gestión de proyectos. Liderazgo, comunicación y resiliencia”.
Este perfil laboral sería el adecuado para un mando intermedio dentro de una empresa de tamaño medio o grande, que conoce el trabajo base, debido a su amplia experiencia, pero que, al mismo tiempo, se ha formado y ha adquirido relevancia profesional en la gestión de equipos y proyectos.
En función de las clasificaciones anteriores, podríamos definirlo como un perfil laboral de experiencia, para una vacante y de tipo vocacional.
“Experto en ciberseguridad. Máster en Inteligencia Cibernética. Autor de varias publicaciones e informes sobre seguridad en las organizaciones”.
En este caso, estaremos ante un perfil laboral técnico, para una presentación, charla o ponencia, y con rasgos actitudinales conservadores, aunque también vocacional.
Preguntas frecuentes
¿Qué es el perfil de un currículum?
El perfil de un currículum es un breve resumen para destacar las principales experiencias y competencias laborales del trabajador.
¿Cómo elaborar un perfil de un trabajador?
Desde el punto de vista de las empresas y reclutadores, para elaborar el perfil de un trabajador necesitamos obtener la máxima información posible. El CV, por tanto, será solo la fuente preliminar de información, seguida de otros muchos recursos, como:
Tests
Entrevista personal
Dinámicas de grupo
Perfiles en redes sociales profesionales
Referencias de anteriores puestos de trabajo (jefes, compañeros, Departamento de Recursos Humanos, etc.)
A partir de la consulta de estas fuentes, el reclutador elaborará un perfil en el que anote las características que ha detectado como las más adecuadas para la vacante que pretende cubrir.
En el otro lado de la balanza, anotará también aquellas cuestiones que podrían resultar una barrera para un correcto desempeño de las funciones dentro de la organización.
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