Pausas activas en el trabajo: beneficios y estrategias para implementarlas

Las pausas activas en el trabajo son, tal y como indica su nombre, descansos breves que realizan los trabajadores a lo largo de su jornada con el objetivo de prevenir los efectos que el sedentarismo puede tener en la salud. Lo que caracteriza a estas pausas, y lo que las diferencia de otros tipos de descanso, es el hecho de que los trabajadores las aprovechan para realizar diferentes actividades que les permiten ejercitar el cuerpo. De esta manera se pueden prevenir ciertos trastornos musculoesqueléticos, además de combatir el estrés y reducir la fatiga.

La realización de estas pausas activas durante la jornada de trabajo está directamente relacionada con conceptos como la satisfacción de los empleados, la salud laboral o la prevención de riesgos laborales. Es necesario que las empresas realicen un análisis de aquellos factores que puedan suponer posibles riesgos para los empleados en su día a día. A partir de aquí, la organización deberá implementar un plan de prevención de riesgos laborales y formar e informar sobre el mismo a los trabajadores. La realización de los descansos adecuados debe ser una parte fundamental de dicho plan.

Todas las personas de una empresa cuyas tareas y funciones las llevan a pasar varias horas seguidas en la misma posición deberían realizar pausas activas en el trabajo. En otras palabras, deberían dejar de realizar sus tareas durante unos 10 ó 15 minutos para hacer diferentes ejercicios que les permitan trabajar los músculos y articulaciones y desconectarse de su labor. Estos son los principales motivos por los que estas pausas son tan importantes:

• Ayudan a prevenir el estrés y pueden reducir la insatisfacción laboral.

• Reducen la fatiga laboral.

• Permiten que los trabajadores recuperen energía, lo cual resulta beneficioso para su productividad laboral.

• Previenen trastornos musculoesqueléticos, dolores y calambres.

• Resultan beneficiosas para la creatividad y la concentración.

• Son importantes para permitir que la vista descanse.

• Previenen ciertos efectos del sedentarismo, que puede tener efectos muy importantes en la salud de las personas y puede aumentar el riesgo de sufrir diferentes tipos de enfermedades. 

• Sirven para promover hábitos saludables entre los trabajadores.

Implementar pausas activas en el trabajo supone beneficios tanto para la organización como para todos los miembros de la plantilla.

Son variados los beneficios que estas pausas suponen para los empleados.

• Estas pausas permiten reducir la tensión muscular y prevenir trastornos musculoesqueléticos.

• El hecho de relajar los músculos y realizar ejercicios y estiramientos ayuda a mejorar la postura corporal, lo cual resulta beneficioso tanto a corto como a largo plazo.

• La concentración, la creatividad y la productividad también aumentan.

• Resulta beneficioso para la salud mental y reduce el estrés.

• Aporta energía.

• Favorece la circulación.

Las pausas activas en el trabajo también ofrecen beneficios a las empresas. Estos son algunos ejemplos:

• Resultan beneficiosas para el bienestar de los empleados, lo cual puede contribuir a que estos se sientan más satisfechos con su lugar de trabajo. Por lo tanto, mejora la employee experience.

• Pueden ayudar a reducir el absentismo laboral y las bajas por estrés laboral.

• También colaboran con la mejora del clima laboral y el trabajo en equipo, aspectos en directa relación con la productividad laboral.

• Generan una mayor motivación entre los trabajadores.

• Ayudan a prevenir el síndrome de burnout, causado por el estrés crónico.

• Ser una empresa que se preocupa por mejorar el bienestar de sus empleados también tiene repercusiones en el employer branding e, incluso, beneficiar la gestión del talento humano.

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Estos son algunos ejemplos de tipos de pausas activas o ejercicios y actividades que pueden implementarse:

• Flexibilidad. Este tipo de ejercicios ayudan a aumentar la temperatura de los músculos, lo cual ayuda a eliminar la rigidez producida por el hecho de estar varias horas seguidas trabajando en la misma posición.

• Activación muscular. Esta tiene como objetivo, tal como su nombre indica, activar los músculos mediante movimientos conscientes, para liberar la tensión. Esto también ayuda a reducir el malestar que puede ocasionar permanecer durante muchas horas seguidas en la misma posición. 

• Movilidad articular. Durante esta pausa, se realizan actividades que benefician la amplitud de movimiento de las articulaciones, lo cual ayuda a disminuir la tensión y el dolor que pueden acumularse en esos puntos. Las partes del cuerpo que suelen verse más afectadas después de varias horas trabajando en la misma posición son las rodillas, los tobillos y el cuello, por lo que las pausas de movilidad articular ayudan a trabajar estas zonas. 

• Pausas lúdicas. Este tipo de pausas pueden incluir una variedad muy amplia de actividades, como juegos de agilidad, por ejemplo. Resultan muy beneficiosas para el team building.

• Pausas rítmicas. En este caso, se trata de actividades que van acompañadas de música alegre con el objetivo de combinar diversión y ejercicio. Ayudan a los trabajadores a relajarse, a desconectar y a liberar tensión. Suelen realizarse en grupo, por lo que también benefician el trabajo en equipo.  

Está claro que las pausas activas en el trabajo resultan beneficiosas tanto para la empresa como para los trabajadores. Sin embargo, para poder aprovechar todas estas ventajas que suponen, es necesario que la empresa fomente este tipo de pausas y actividades entre los empleados. Por lo tanto ¿qué debería hacer la organización?

En primer lugar, es importante que la empresa incluya estas pausas activas como parte de su plan de prevención de riesgos laborales. También es necesario, en relación con este plan, proporcionar información detallada a los trabajadores y realizar sesiones de formación.

Para garantizar que estas pausas se llevan a cabo, la empresa debe fomentarlas y organizarlas correctamente y proponer un plan y un horario a los trabajadores. Existen empresas que ofrecen este tipo de servicios, aunque las organizaciones también tienen la posibilidad de diseñar su propia rutina. Los ejercicios deberían estar adaptados a los diferentes puestos de trabajo, y las pausas deberían durar alrededor de 10 o 15 minutos.

Las prácticas propuestas a continuación pueden ayudar a las empresas a convertir estas pausas activas en parte del día a día de los trabajadores:

• Asegurarse de que los trabajadores son conscientes de los beneficios y la importancia de realizar pausas activas como parte de su rutina diaria en el trabajo.

• Proponer actividades concretas a los trabajadores y ofrecer una demostración de cómo deben llevarse a cabo. Es importante que estas incluyan ejercicios para diferentes partes del cuerpo: la zona cervical, los hombros y los brazos, la espalda, las piernas, las muñecas, los tobillos. También es recomendable incluir ejercicios visuales.

• Organizar actividades en grupo resultará beneficioso para el trabajo en equipo, así como para el clima laboral.

• Cuando un trabajador se incorpora a la empresa, como parte del proceso de onboarding, es importante proporcionar toda la información necesaria relacionada con la prevención de riesgos laborales.

Durante las pausas activas, es importante que los trabajadores no se mantengan en la misma posición en la que realizan su trabajo. Entonces, es indispensable que aprovechen estas pausas para moverse, desconectarse de sus tareas y realizar diferentes actividades que les permitan ejercitar los músculos.

Una buena manera de hacer pausas activas dinámicas es combinar diferentes ejercicios y realizar actividades grupales, en lugar de individuales, puesto que resultará beneficioso para la relación profesional entre los empleados y para el trabajo en equipo.

En general, las pausas activas en el trabajo suelen durar entre 10 y 15 minutos.