Objetivos empresariales: ¿cuál es su importancia y cómo definirlos con éxito?

Unternehmenskultur – Mitarbeiter beim Meeting

Establecer unos objetivos empresariales y hacerlo de manera eficaz y empleando las estrategias adecuadas es esencial para el crecimiento de cualquier empresa, independientemente de sus dimensiones, su actividad profesional o el número de trabajadores con el que cuente. Definirlos de manera clara y detallada, además, facilitará la consecución de estas metas. En definitiva, es esencial saber en qué consisten exactamente los objetivos empresariales, qué tipos existen, cuáles deben ser sus características y qué estrategias pueden ayudar a las empresas a definirlos de forma correcta y eficaz.

Puntos claves

  • Un objetivo empresarial es un resultado, generalmente específico, que una empresa pretende conseguir, ya sea a corto, mediano o largo plazo.

  • Definir los objetivos empresariales de manera eficaz permite a las organizaciones determinar las mejores estrategias para garantizar el crecimiento de la empresa.

  • Los objetivos empresariales pueden clasificarse según diferentes tipologías, como la jerarquía o el periodo de tiempo dentro del cual deberían alcanzarse.

  • Es importante que los objetivos empresariales sean alcanzables, medibles, claros y detallados.

  • Entre otros beneficios, los objetivos empresariales ayudan a la empresa a obtener información detallada de los resultados que se obtienen, a definir presupuestos y a evaluar los métodos y herramientas empleados.

  • Mejorar la gestión del talento, aumentar las ventas o mejorar el posicionamiento de la página web son algunos ejemplos de objetivos empresariales.

¿Qué son los objetivos empresariales?

Los objetivos empresariales son resultados que una organización desea conseguir a corto, mediano o largo plazo, y todos los miembros del equipo deben trabajar y esforzarse para conseguirlo. Es importante no confundir este concepto con las metas de la empresa; mientras que estas hacen referencia a un resultado general que la empresa pretende alcanzar, los objetivos son propósitos más concretos, medibles y que suelen estar asociados a un periodo de tiempo concreto. Estos objetivos permitirán a la organización llegar a conseguir su meta o resultado final.

Establecer y definir objetivos empresariales, por lo tanto, resultará beneficioso para la planificación de la organización, para determinar las estrategias más adecuadas para alcanzar el éxito y para realizar un seguimiento y análisis del crecimiento de la compañía. Es importante que los objetivos empresariales estén alineados con la misión, visión y valores de la empresa, así como con su cultura empresarial.

¿Qué tipos de objetivos empresariales existen?

Pueden emplearse diferentes tipologías para clasificar los objetivos empresariales. A continuación, se presentan cuatro formas de clasificación.

Objetivos empresariales según su naturaleza

Dependiendo de su naturaleza, los objetivos empresariales pueden ser:

  • Generales. Estos objetivos abarcan diferentes áreas de la empresa. Se trata de algo que la organización pretende conseguir de manera global y suele estar relacionado con la misión y la visión de la empresa. Mejorar los planes de formación o convertirse en un referente del sector en cuestión podrían ser ejemplos de este tipo de objetivos.

  • Específicos. Como es esperable, se trata de objetivos mucho más concretos y expresan una cantidad y un periodo de tiempo determinados. Un ejemplo sería aumentar los contenidos disponibles en la página web de la empresa en un periodo de tiempo de dos meses.

Objetivos empresariales en función del tiempo

Otra posible manera de clasificar los objetivos empresariales es en función del periodo de tiempo dentro del cual se pretende alcanzarlos. Estos objetivos pueden ser:

  • A corto plazo. La empresa pretende alcanzar los objetivos en un margen de tiempo de un año. Un ejemplo puede ser ganar 5000 nuevos seguidores en una red social en un plazo de seis meses.

  • A mediano plazo. La organización se propone cumplir los objetivos dentro de un periodo de tiempo de entre uno y tres años. Por ejemplo, aumentar las visitas de su página web en un 20 % en un plazo de un año y medio.

  • A largo plazo. El periodo de tiempo establecido es superior a los tres años. Normalmente, la empresa los plantea con vista a los próximos  cinco años, aunque también puede tardar más en alcanzarlos. Por ejemplo, una empresa podría proponerse aumentar las ventas en un 30 % en un plazo de cuatro años.

Objetivos empresariales según la jerarquía

En este caso, es posible diferenciar entre los siguientes tipos:

  • Objetivos estratégicos. Son los directivos de la empresa quienes se ocupan de formularlos. Son objetivos generales, muy importantes y que la empresa pretende alcanzar a largo plazo. Generalmente, requieren varios objetivos tácticos. Ejemplos de objetivo estratégico pueden ser fabricar y lanzar nuevos productos o empezar a ofrecer nuevos servicios.

  • Objetivos tácticos. Se trata de objetivos específicos de los diferentes departamentos de una empresa. También están determinados por los directivos de la organización y, generalmente, se estipulan a mediano plazo y requieren varios objetivos operacionales. Por ejemplo, en una empresa que tiene como objetivo estratégico crear nuevas líneas de calzado, el Departamento de Diseño podría tener como objetivo táctico crear diseños innovadores y que destaquen frente a los de la competencia.

  • Objetivos operacionales. Son los jefes de los departamentos quienes los determinan. Van dirigidos, concretamente, a los trabajadores, y son a corto plazo. Por ejemplo, el jefe del Departamento de Diseño podría establecer como objetivo realizar una investigación para determinar qué materiales se emplearán para fabricar los nuevos productos y cuál será el coste del proceso.

Objetivos empresariales en función de cómo se miden

También es posible clasificar los objetivos empresariales dependiendo de la forma en la que se miden. Pueden ser:

  • Cuantitativos. Son objetivos que se pueden medir y suelen ser a corto plazo. Un ejemplo sería aumentar el número de pedidos en un 10 % en un plazo de seis meses.

  • Cualitativos. Estos objetivos pretenden mejorar el posicionamiento de la empresa en el mercado, por lo que los resultados se obtienen a mediano o largo plazo. Un ejemplo puede ser conseguir que clientes de otros países lleguen a conocer la marca.

¿Qué características deben tener los objetivos empresariales?

Hay ciertas características que cualquier objetivo empresarial debería tener, puesto que estas ayudarán a que sea más fácil alcanzarlo. Los objetivos deberían ser:

  • Medibles. La empresa debería poder evaluar, analizar y registrar, mediante ciertos parámetros, el estado y progreso de los objetivos empresariales.

  • Claros. También deben ser fáciles de comprender por parte de todos los miembros de la empresa, además de ser concisos.

  • Detallados. Establecer objetivos detallados hará que sea mucho más fácil alcanzarlos que si se tratara de objetivos muy abstractos o poco definidos.

  • Alcanzables. Aunque, en ocasiones, pueden ser ambiciosos, es imprescindible que los objetivos empresariales sean realistas para que la empresa pueda conseguirlos.

  • Desafiantes. Esto contribuirá a la motivación e inspiración del equipo. Además, si un objetivo no fuera ambicioso, podría tratarse solamente de una tarea. Sin embargo, recuerda que deben ser factibles.

  • Temporales. Deberían tener un plazo de tiempo asociado, es decir, la empresa debería establecer dentro de qué periodo de tiempo desea alcanzar el objetivo en cuestión.

  • Coherentes. Deben estar en consonancia con la misión, visión y valores de la empresa.

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¿Por qué son importantes los objetivos de una empresa?

Contar con unos objetivos bien definidos en la empresa supone importantes beneficios para la organización y para las personas que forman parte de ella. Entre estas ventajas, es importante destacar las siguientes:

  • Ayudan a la empresa a desarrollar un plan de trabajo y a identificar las mejores estrategias y herramientas para conseguir las metas de la empresa.

  • Contribuyen a la motivación laboral y, como consecuencia, también ayudan a aumentar la productividad.

  • El hecho de establecer objetivos medibles permite a la organización obtener información más detallada acerca de los resultados obtenidos y del crecimiento de la empresa.

  • Ayuda a definir presupuestos de manera más precisa y a gestionar recursos de forma más eficaz.

  • Al comparar los resultados obtenidos con los objetivos propuestos, es posible realizar evaluaciones detalladas y determinar si los recursos y métodos empleados fueron y son los más eficaces.

  • El hecho de conseguir los objetivos propuestos proporciona una sensación de satisfacción por el trabajo realizado.

  • El proceso de trabajar para conseguir estos objetivos contribuye al desarrollo de diferentes soft skills, como la creatividad, el trabajo en equipo o la organización.

  • Contribuye a la organización de los diferentes departamentos, a la gestión de equipos y a la comunicación entre estos, y también ayuda a tomar mejores decisiones.

¿Cómo se formulan los objetivos empresariales?

Para formular los objetivos empresariales, es recomendable seguir estos pasos:

  1. Realiza un análisis interno de la empresa, de los diferentes departamentos, del sector en el cual trabaja, de las empresas de la competencia. Esto te permitirá conocer con mayor detalle en qué estado se encuentra tu organización en ese momento. De esta modo, podrás formular los objetivos empresariales de manera más precisa y eficaz.

  2. Identifica qué tipo de mejoras podrían beneficiar a la organización.

  3. Establece los diferentes objetivos y clasifícalos según la tipología que consideres más oportuna. Diferencia entre aquellos objetivos más generales y los específicos, los que son a corto, mediano o largo plazo, etc.

  4. Asegúrate de que estos objetivos cumplan con las características mencionadas previamente. También puedes utilizar diferentes sistemas para establecer los objetivos. Una posibilidad es definir objetivos SMART, sigla en inglés que hace referencia a objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y que tengan un periodo de tiempo asociado. También existen otros sistemas. La metodología PURE, por ejemplo, hace referencia a objetivos con las siguientes características: positively stated (enunciado de manera positiva), understood (entendible), relevant (relevante) y ethical (ético). Por otro lado, los objetivos CLEAR deben ser challenging (desafiantes), legal (legales), environmentally sound (inofensivos para el medioambiente), appropriate (apropiados) y refinable (optimizables).

  5. Una vez establecidos los objetivos, deberás llevar a cabo un plan de acción para su cumplimiento. Este plan debería contemplar aspectos como las acciones y habilidades que serán necesarias para alcanzar los objetivos, los departamentos y personas que las llevarán a cabo, el modo en que se trabajará, el periodo de tiempo en el que se pretende alcanzar cada objetivo.

  6. A medida que pasa el tiempo, realiza un seguimiento de los objetivos establecidos y analiza qué aspectos funcionan mejor y cuáles sería posible mejorar.

Consejos para redactar buenos objetivos empresariales

Por otro lado, y en relación con todo lo que se ha mencionado anteriormente, seguir estos consejos también te ayudará a establecer objetivos empresariales de manera eficaz:

  • Céntrate en aquellos objetivos empresariales específicos que realmente quieres conseguir. Redactar una lista muy amplia y genérica de objetivos empresariales puede dificultar el proceso de conseguirlos.

  • Escribe los objetivos utilizando un tono positivo y motivador.

  • Asegúrate de que todas las personas implicadas en el proceso requerido para conseguir los objetivos estén bien informadas acerca de estos.

  • Crea un calendario e intenta ajustarte a las fechas establecidas lo máximo posible.

  • También es recomendable utilizar un software especializado en tareas de Recursos Humanos, como Personio, que te permitirá agilizar y automatizar diferentes tipos de procesos.

Ejemplos de buenos objetivos empresariales

A continuación, se presentan varios ejemplos de objetivos empresariales, algunos más generales y otros más específicos:

  • Llegar a un público más amplio y abrir nuevas oficinas en otras ciudades del país.

  • Convertirse en una empresa referente del sector, proporcionando contenido relevante y de calidad al público objetivo a través de las redes sociales.

  • Aumentar las ventas del año anterior en un 30 %.

  • Crear productos de cosmética que ofrezcan grandes resultados y que al mismo tiempo sean respetuosos con el medioambiente.

  • Renovar la página web y mejorar su posicionamiento en buscadores.

  • Destacar frente la competencia gracias a la creación de un producto innovador.

  • Mejorar el servicio de atención al cliente.

  • Ofrecer más oportunidades de formación y desarrollo profesional a los integrantes del equipo y mejorar la gestión del talento.

Errores más comunes en la formulación de objetivos empresariales

También existen ciertos hábitos que es recomendable evitar en el momento de formular objetivos empresariales:

  • No tener en cuenta las decisiones que la empresa ha tomado previamente, los objetivos que se habían propuesto anteriormente o los resultados que se obtuvieron.

  • No tener en cuenta el público objetivo de la empresa al definir los objetivos. 

  • Definir objetivos que son demasiado ambiciosos y, como consecuencia, inalcanzables.

  • Centrarse únicamente en el crecimiento económico de la empresa y olvidar otras áreas importantes.

  • Establecer siempre los mismos objetivos, sin tener en cuenta los cambios que ocurren año tras año, en la empresa, en el mercado, en la sociedad.

  • No realizar un seguimiento y documentación de todo el proceso que implica definir los objetivos y trabajar para conseguirlos.

Preguntas frecuentes

¿Qué estrategias existen para definir objetivos empresariales?

Existen diferentes estrategias que pueden ayudarte a definir objetivos empresariales. Algunos ejemplos son el método SMART, el sistema PURE o la metodología CLEAR.

¿Qué se debe hacer si los objetivos empresariales no se cumplen?

En caso de no poder cumplir alguno de los objetivos empresariales establecidos, es importante preguntarse qué aspectos no han funcionado como se habían planeado y cómo podrían mejorarse para cumplir los nuevos objetivos en el futuro. Llevar a cabo una evaluación de todo el proceso y de la eficacia de los diferentes métodos y herramientas empleados para intentar conseguir los objetivos permitirá a la organización identificar puntos fuertes y débiles que, en el futuro, ayudarán a definir estrategias más eficaces.

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