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Mediación laboral: ¿qué es y cómo funciona?
Hasta hace unos años, los conflictos laborales en España se solucionaban por la vía judicial. Sin embargo, debido al alto volumen de casos que debían gestionar los juzgados, se crearon mecanismos alternativos de resolución de conflictos. La mediación laboral y el arbitraje son dos de los métodos contemplados en el Acuerdo sobre Solución Autónoma de Conflictos Laborales (ASAC), creado con este objetivo.
Mediante la mediación laboral, las personas implicadas en el conflicto, de forma voluntaria, tratan de llegar a un acuerdo para solucionar el problema. Existe la participación de un tercero, el mediador, que está presente durante toda la negociación y no interviene a favor de ninguna parte, pues es imparcial y ajeno a los implicados.
A continuación, se explica todo lo relacionado con esta figura y el proceso en sí, para entender cómo funciona el procedimiento y su utilidad para las empresas.
Puntos claves
Los conflictos laborales perjudican el clima laboral de la empresa, por lo que es conveniente prevenirlos o resolverlos adecuadamente.
En una mediación laboral son las partes afectadas quienes se comprometen a poner de su parte para llegar a un entendimiento y solucionar el problema.
El procedimiento de mediación laboral está formado por tres fases: premediación, negociación y acuerdo.
Cualquier empresa, independientemente del tipo de conflicto, puede implementar la mediación laboral.
Voluntariedad, flexibilidad, ahorro y confidencialidad son algunas ventajas de este procedimiento.
Para que la mediación laboral sea exitosa, hay que aplicar adecuadamente ciertas técnicas y estrategias.
Mediación laboral, arbitraje y conciliación no son lo mismo.
El proceso de mediación requiere de la figura de uno o varios mediadores.
Índice
- 1¿Qué es una mediación laboral?
- 2¿Cuáles son los objetivos de una mediación laboral?
- 3¿Cuál es el procedimiento de una mediación laboral?
- 4¿En qué casos se puede aplicar una mediación laboral?
- 5¿Qué ventajas tienen las mediaciones laborales frente a otros métodos de resolución de conflictos?
- 6¿Cuáles son las limitaciones de la mediación laboral?
- 7Consejos para realizar una mediación laboral exitosa
- 8Preguntas frecuentes
¿Qué es una mediación laboral?
La mediación laboral es uno de los procedimientos que permite solucionar conflictos laborales e, incluso, situaciones que en un futuro puedan convertirse en conflicto. Se trata de un procedimiento voluntario en el cual existe un mediador que ayuda a las partes a solucionar los problemas laborales.
Existen dos tipos de mediación laboral: la que se produce entre miembros de la empresa, por ejemplo entre empleados del mismo departamento; y la que se produce entre la empresa y otra organización, o entre la empresa y personas implicadas en su funcionamiento, como puede ser el caso de proveedores.
¿Cuáles son los objetivos de una mediación laboral?
La mediación laboral se lleva a cabo cuando existe un conflicto entre dos o más personas. Se entiende como conflicto un desacuerdo que tiene su origen en el trabajo y que afecta a cuestiones claves, como la productividad o el rendimiento. En consecuencia, los objetivos de una mediación laboral serán:
Promover una conversación entre las partes implicadas en el conflicto.
Escuchar de forma activa y entender la parte contraria.
Implantar pautas de comportamiento.
Crear soluciones viables.
Establecer pautas de respeto.
Llegar a acuerdos entre todas las partes para tener un buen clima laboral.
Acordar acciones para mejorar la relación entre las partes.
Aprender de los conflictos y solucionarlos estableciendo pautas de comportamiento que sirvan para evitar nuevas situaciones problemáticas en el futuro.
¿Cuál es el procedimiento de una mediación laboral?
El procedimiento de una mediación laboral está formado por tres fases:
Premediación. Consiste en sentar las bases del conflicto. El proceso se inicia porque una de las partes implicadas, o ambas, realizan una solicitud de mediación. El mediador o mediadores reciben la solicitud y preparan cómo va a ser el procedimiento. Su gestión aquí consiste en realizar una entrevista individual con cada una de las partes para conocer sus posturas de primera mano. Posteriormente, reúnen a todas las partes para celebrar una sesión y tratar el tema. Allí el mediador explicará las causas y consecuencias del conflicto, los costes que representa y los acuerdos a los que pueden llegar.
Negociación. Se trata de una sesión en la que se dialoga sobre el conflicto. Cada parte tiene su turno de palabra para expresar su opinión al respecto. En esta fase, trata de visualizarse el objetivo del conflicto y cómo se puede solucionar. Posteriormente, en caso de llegar a un acuerdo, el mediador expone los puntos del mismo y crea la declaración. Las partes involucradas aceptan la mediación y se comprometen a cumplir lo pactado.
Acuerdo. Es la última fase y puede ser favorable o desfavorable. Favorable cuando se llega a un acuerdo y las partes se comprometen a cumplir con lo pactado. Desfavorable si no se llega a un acuerdo o una vez transcurrido el tiempo establecido no se cumple lo pactado.
Por último, se crea el acta final, documento que recoge los acuerdos alcanzados, o al contrario, su incumplimiento. Ese acta debe estar firmada por las partes afectadas, así como por el mediador.
¿En qué casos se puede aplicar una mediación laboral?
La mediación laboral es un proceso que se puede aplicar a cualquier conflicto. Puede ser entre empleados del mismo nivel, entre directivos y empleados, etc. Es indiferente a la jerarquía y al tipo de problema.
En el ámbito de trabajo, pueden surgir diferencias y problemas con frecuencia. Los empleados pasan muchas horas en el trabajo y, en muchas ocasiones, es inevitable que haya roces, malentendidos y diferencias.
Sucede lo mismo que en el ámbito personal. La diferencia es que, en el plano laboral, los conflictos tienen una repercusión directa en el trabajo: estrés, ansiedad, baja productividad, desmotivación.
Los problemas que afectan a los empleados o a los diferentes miembros tienen repercusiones para la empresa. En primer lugar, sobre la productividad, pues habrá uno o varios empleados desmotivados o sobrepasados por una situación que les molesta y les impide rendir al máximo.
Pero hay más. Si no resuelve este malestar, es posible que se cree un mal clima laboral, cuando esta insatisfacción afecta a otros procesos, compañeros o departamentos en su desempeño.
También afectaría en consecuencia a la rotación de personal. Una situación compleja puede llevar a muchos empleados a plantearse la marcha de la organización.
Por todos estos motivos, aplicar la mediación laboral es fundamental, tanto para los empleados como para la organización. Algunos de los supuestos más comunes en los que conviene actuar son:
Ausencia o retraso a reuniones o puestos de trabajo.
Falta de competitividad demostrable y visible que repercute en el ambiente de trabajo.
Bullying.
Desigualdad por razones de sexo o etnia/raza.
Si los empleados entienden que se atenta contra cualquiera de los derechos del trabajador.
Falta de recursos para desempeñar correctamente el trabajo.
Desencuentros entre la empresa o jefes y sus empleados o proveedores.
Desmotivación.
Falta de comunicación entre los distintos miembros de la empresa.
Malas condiciones de trabajo.
Discrepancias en la forma de desempeñar el trabajo.
Excesiva presión para cumplir con los objetivos.
¿Qué ventajas tienen las mediaciones laborales frente a otros métodos de resolución de conflictos?
La mediación laboral es una forma de solucionar conflictos laborales que ofrece numerosos beneficios en comparación con otras metodologías. Los más destacados son:
Los implicados buscan resolver el problema de forma voluntaria. Las probabilidades de llegar a un acuerdo y solucionar el conflicto son altas, ya que es la intención de ambas partes.
Son las partes quienes deciden si llegar a un acuerdo o no.
Fomenta la comunicación y el entendimiento mutuo.
Ofrece soluciones rápidas.
No se limita a un tipo de conflicto. Permite solucionar diversas situaciones.
Evita gastos económicos derivados de procesos judiciales.
Mejora el clima de trabajo,pues se muestra una intención de que los empleados se sientan bien en la organización.
Existen diferentes vías para solucionar el problema, es decir, hay libertad para llegar a acuerdos.
Es confidencial.
Transparencia del proceso para las partes implicadas, dado que están siempre presentes e informadas.
Es una forma de aprendizaje. Además de solucionar problemas concretos, sirven para prevenir problemas en el futuro.
¿Cuáles son las limitaciones de la mediación laboral?
Aunque destacan las ventajas, la mediación laboral también tiene ciertas limitaciones. La primera de ellas es que la cuestión podría finalizar sin acuerdo definitivo. En un juicio se dicta sentencia y debe cumplirse. En el caso de una mediación, podría no haber ningún acuerdo o dictamen vinculante una vez finalice el proceso. Otras limitaciones son:
El nivel de implicación para solucionar el conflicto puede ser distintos entre las partes.
Alguna de las partes puede no cumplir con los compromisos establecidos.
Puede que los acuerdos no sean los más adecuados.
No siempre ambas partes salen beneficiadas. Es posible que para una de las partes la exigencia e implicación para resolver el conflicto tenga que ser mayor. Se podrían incluso dictaminar amonestaciones laborales según marque el convenio colectivo. Esto podría ahondar más en el problema si no son bien recibidas o comprendidas por los empleados afectados.
No todas las personas cuentan con los mismos recursos para cumplir con lo establecido.
El fracaso en la mediación puede tener consecuencias negativas tanto para la empresa como para los empleados. Si dos o varias personas no son capaces de solucionar sus problemas, puede llevar a la empresa a optar por despidos.
Consejos para realizar una mediación laboral exitosa
Para llevar a cabo una mediación laboral exitosa, es importante tener en cuenta varios aspectos. Se aconseja aplicar las siguientes técnicas y estrategias:
Realizar entrevistas individuales a las personas implicadas para conocer su punto de vista. Este trámite podría ser útil, incluso, preventivamente. Si el Departamento de RR. HH. logra implantar un adecuado ciclo de evaluación del desempeño, las empresas podrían detectar la llegada de problemas antes de que ocurran y remediarlas sin necesidad de llegar a mediaciones laborales.
Fomentar la comunicación eliminando las barreras comunicativas que pueden existir entre las partes. Del mismo modo, habilitar un proceso natural de feedback dentro de la corporación puede ayudar a prevenir conflictos.
Utilizar un lenguaje positivo.
Mostrar empatía hacia ambas partes y demostrar la predisposición a ayudar.
Reconocer los aspectos positivos de cada persona o parte.
Realizar preguntas abiertas si se quiere obtener información de forma extensa. Si, por el contrario, se busca ser directo y obtener información concreta o confirmación de alguna cuestión, utilizar preguntas cerradas.
Hacer propuestas y en ningún caso imponer soluciones.
Tener en cuenta las expresiones utilizadas y el lenguaje no verbal.
Centrarse en el futuro y en los beneficios de llegar a un acuerdo.
Preguntas frecuentes
¿En qué se diferencia la mediación laboral de un arbitraje o una conciliación?
La mediación laboral, el arbitraje y la conciliación son tres procedimientos distintos, pero que tienen la misma finalidad: resolver conflictos.
La mediación laboral consiste en un proceso voluntario de las partes afectadas por el conflicto. Requiere de la figura de un tercero, conocido como mediador. Es una persona neutral que ayuda al entendimiento de las partes. Son las personas implicadas quienes proponen las soluciones para llegar a un acuerdo satisfactorio.
El arbitraje también es un proceso voluntario. En este caso, ponen el conflicto en manos de un árbitro que toma una decisión con efectos iguales a los de una sentencia judicial.
En la conciliación tenemos la figura del conciliador. La diferencia en este caso es que no tiene por qué haber un intento por parte de esta persona para que las posturas se acerquen. Él, directamente y tras escuchar a las partes, propone soluciones, pero no trata de fomentar un entendimiento, función que sería la adecuada para un mediador.
¿Quién realiza la mediación laboral?
La mediación laboral la realiza un tercero, llamado mediador. El mediador es la persona encargada de llevar a cabo todo el proceso: recoge la información, reúne a los afectados y controla el diálogo. No interfiere en los acuerdos, pues son los afectados quienes, tras la conversación, llegan a un acuerdo que resulte conveniente para todas las partes.
¿Los acuerdos alcanzados en mediaciones son vinculantes?
Los acuerdos alcanzados gracias a la mediación sí son vinculantes. El acuerdo actúa como un contrato que es firmado por las partes implicadas. En él se establecen las cláusulas, es decir, los acuerdos que cada persona debe cumplir.
Por su validez legal, si alguna de las partes no cumple con ello, puede ser demandada ante un tribunal, siempre y cuando se eleve a escritura pública la mediación.
¿Qué se hace después de una mediación laboral?
La principal característica de una mediación laboral es que es voluntaria. Esto quiere decir que las partes participan por decisión propia y, si no están conformes, con la propuesta de acuerdo podrían no firmar.
Recordemos que la última fase del proceso de mediación es el acuerdo que puede tener dos finales: acuerdo positivo o negativo.
El positivo tiene lugar cuando los implicados se comprometen a cumplir con lo acordado y se da por solucionado el conflicto.
El negativo sería lo contrario, no se llega a ningún acuerdo. En este punto, se podrían abrir otras vías para resolver el conflicto, por ejemplo la judicial.
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