Efecto Dunning-Kruger: ¿qué es y cómo afecta al entorno laboral de tu empresa?

El efecto Dunning-Kruger es un fenómeno de la psicología que hace referencia a cómo algunas personas sobreestiman sus habilidades y conocimiento. Se trata de un sesgo cognitivo, es decir, es una interpretación errónea de la realidad. 

El efecto Dunning-Kruger podría definirse como la percepción que una persona con escasos conocimientos tiene de sí misma al creer que sabe más de lo que en realidad conoce. Este tipo de individuos suele opinar acerca de todo sin tener un conocimiento adecuado de las materias que se tratan. Intenta imponer su idea aunque sea errónea, tratando de hacer pensar a los demás que los ignorantes son los demás y no él mismo.  

Las razones por la que aparece el efecto Dunning-Kruger están relacionadas con la metacognición. La metacognición o teoría de la mente es la capacidad que tienen las personas de analizar y comprender su propio pensamiento y conocimiento, es decir, hacer una evaluación objetiva de sí mismas. 

La causa del Dunning-Kruger radica allí. Es no tener esta capacidad metacognitiva para evaluarse y ser consciente de sus conocimientos y habilidades reales. 

El efecto Dunning-Kruger tiene dos vertientes. La más común es la ya citada: cuando una persona cree saber más de lo que sabe. Se puede relacionar con el exceso de confianza en uno mismo. 

La otra vertiente implica lo contrario, es decir, las personas que realmente saben sobre algo pero se subestiman. 

Las conclusiones que se obtuvieron en la investigación que dio pie al postulado del efecto Dunning-Kruger fueron las siguientes:

• Algunas personas que tienen menos capacidades se consideran más hábiles. 

• Algunas de las personas que demuestran tener menos habilidades no son capaces de reconocer las capacidades que sí tienen otros. 

• Algunas personas menos hábiles e incompetentes no tienen capacidad para identificar su escaso conocimiento en determinadas áreas. 

• Si este estilo de personalidad, incompetente y menos hábil, ganase más conocimientos y desarrollara sus habilidades, tendría la capacidad de reconocer su falta de conocimiento y habilidades previas.

Por este motivo, una posible fórmula para detectar el efecto Dunning-Kruger es realizar unas preguntas atendiendo a las conclusiones anteriores. Por ejemplo:

• ¿Eres capaz de identificar tus limitaciones?

• ¿Crees que tienes más conocimientos y habilidades que muchas personas?

• ¿Sabes reconocer las capacidades de otras personas?

• ¿Crees que puedes aprender mucho más de lo que ya sabes?

Otra forma para detectar el efecto, y que ha sido utilizada por algunos investigadores, es la realización de un cuestionario sobre una temática en la que, teóricamente, el individuo es experto.

Se realizarán preguntas teóricas y prácticas al respecto, para que demuestre sus conocimientos reales. Posteriormente, se le pide una valoración sobre lo que dice o cree saber, y se compara con los conocimientos que realmente ha demostrado durante la prueba.

Si hay una diferencia considerable entre ambos parámetros, habría indicios de que esa persona está afectada por el efecto Dunning-Kruger. Por ejemplo, si ha obtenido una nota de 5, pero él se autovalora con un 8.

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Así funciona

El efecto Dunning-Kruger perjudica a las empresas, en primer lugar, cuando son las personas de autoridad quienes lo sufren. Al ser líderes con poder en la toma de decisiones, pueden tomar malas decisiones acarreando consecuencias negativas para la empresa. 

También puede ocurrir que sea la persona encargada del proceso de reclutamiento quien sufre el efecto Dunning-Kruger. En este caso, implicaría la contratación de personal no cualificado para el puesto de trabajo, al no contar con los conocimientos necesarios para captar el talento que realmente se necesita.

Por otro lado, el efecto Dunning-Kruger puede afectar al candidato, es decir, que sea él quien sobrevalore sus propias capacidades. El reclutador, al no ser consciente de ello, puede elegirlo como nuevo empleado con sus posteriores consecuencias negativas. 

Este efecto en cualquier persona puede tener consecuencias perjudiciales para la empresa, como la reducción de la productividad, la desmejora del clima laboral, etc. 

Existen diferentes herramientas y consejos para que una empresa evite el efecto Dunning-Kruger: 

• Mejorar los procesos de selección. Preparar las entrevistas y pruebas de selección teniendo en cuenta que podrías enfrentarte a perfiles con efecto Dunning-Kruger. Esto quiere decir que deben estar enfocadas a obtener información objetiva del candidato: no centrarse tanto en la experiencia y formación que un candidato dice tener, sino en sus características como persona y competencias laborales. Para ello, es recomendable realizar pruebas técnicas sobre los conocimientos y herramientas que va a necesitar para el puesto al que aspira.

• Crear planes de formación. Todas las personas tienen margen de mejora a lo largo de su vida. Crear planes de formación ayuda a que las personas con Dunning-Kruger cuenten realmente con los conocimientos que necesitan para el puesto. Al fin y a cabo, ampliar los conocimientos y habilidades siempre es positivo, tanto para las personas que distorsionan su percepción de la realidad, como para aquellas que no lo hacen. 

• Realizar evaluaciones de desempeño. Es una herramienta que puede emplear el Departamento de RR. HH. para medir el trabajo y los resultados de cada trabajador. Permite conocer el rendimiento real de cada empleado, cuáles son sus habilidades, conocimientos, etc., y la repercusión que tiene a la hora de desempeñar su trabajo. Con esta evaluación es posible detectar quién no es productivo para la empresa y por qué, y aplicar mejoras para resolver la situación de forma paulatina pero efectiva. Son especialmente útiles para en este sentido las evaluaciones 360.

• Gestionar un proceso de cambio mediante un feedback efectivo. Un empleado afectado por el efecto Dunning-Kruger no asumirá con facilidad su problema. Será necesario guiarle hacia un cambio, sin que sea consciente del motivo real por el que se le está animando a realizar cierto tipo de formación, por poner un ejemplo. Las habilidades de comunicación y un buen feedback por parte de su responsable serán cruciales.

• Conocer cómo es el clima laboral. Una de las características del efecto Dunning-Kruger es que la persona afectada tiende a infravalorar las capacidades del resto. De esta manera, se crea un entorno de insatisfacción laboral generalizado por falta de comunicación, aislamiento, desconsideraciones al resto a la hora de hablar o expresar supuestos errores, etc.

Una de las herramientas más efectivas para no caer en el efecto Dunning-Kruger es contar con un software de Recursos Humanos. Personio ofrece diversas funcionalidades que permiten registrar y evitar este efecto. Algunas de ellas son:

• Gestión de candidatos. Ayuda a optimizar todo el proceso de selección de candidatos a través de su automatización. Para ello, cuenta, por ejemplo, con el sistema ATS (Applicant Tracking System) para hacer el seguimiento y compartir los resultados de las diferentes evaluaciones, de manera que será más fácil detectar perfiles que se están sobrevalorando durante el proceso de selección. 

• Evaluación de desempeño. Permite hacer un análisis del rendimiento de los trabajadores a través de sus capacidades, objetivos cumplidos y evolución. En este seguimiento, se pueden detectar algunas de las señales que hemos visto que podrían ser síntoma del efecto Dunning-Kruger. 

• Gestionar cursos de formación. Controlar quién asiste y su progreso formativo. Además, permite crear nuevos cursos a los que pueden inscribirse voluntariamente. De esta manera, se puede detectar el efecto Dunning-Kruger, pues podría suceder que quienes consideren que ya lo saben todo, no se inscribirán en los cursos, por ejemplo. 

• Garantizar un correcto proceso de onboarding. Realizar un seguimiento cercano sobre el proceso de integración del nuevo empleado puede ayudar a la detección temprana del problema, si hubieran fallado los filtros previos. 

El síndrome de Dunning-Kruger y el síndrome del impostor son sesgos cognitivos pero que implican lo contrario. En ambos casos se produce una distorsión de percepción de la realidad. 

El efecto Dunning-Kruger consiste en que algunas personas creen tener más conocimientos y capacidades de las que realmente tienen. Sobreestiman su inteligencia y tienen demasiada confianza en sí mismos. 

En cambio, el síndrome del impostor es lo contrario: una persona con conocimientos y aptitudes, que ha conseguido muchos logros, no se cree merecedora de ellos. Se infravalora debido a que tiene un nivel muy elevado de exigencia. 

Una de las claves para evitar caer en el efecto Dunning-Kruger es trabajar con confianza pero desde la humildad; desarrollarse siendo objetivo respecto a las debilidades y fortalezas de uno mismo, así como tener siempre ganas de aprender. Es muy difícil saber acerca de todo y tener la razón absoluta.

Fomentar el continuo aprendizaje hace ver que siempre tenemos cosas que aprender y que, por tanto, no sabemos ni somos más que nadie.