Desarrollo profesional: todas las claves que debes conocer

El desarrollo profesional es el crecimiento a nivel laboral que un empleado puede tener dentro de la empresa. 

Para que se produzca el desarrollo, se llevan a cabo una serie de acciones que tienen el objetivo de favorecer el crecimiento personal y profesional del empleado; cambios que lo harán sentirse satisfecho con su evolución en la empresa, y que repercutirán positivamente en su motivación y productividad. 

Hay dos aspectos importantes para lograr el desarrollo profesional: por un lado, la formación y, por otro, el reconocimiento por parte de la empresa. No hay duda de que, para desarrollarse profesionalmente, además de la experiencia que se adquiere con el paso del tiempo, es necesaria la formación continua. Nunca se deja de aprender. 

En lo que al reconocimiento respecta, los empleados trabajan en busca de unos beneficios. Cuando se esfuerzan y forman para ser mejores, también agradecen un reconocimiento. 

Por ejemplo, con un ascenso o con un aumento del salario. Ver que su desarrollo profesional no tiene valor para la empresa implica decepción, poco esfuerzo y conlleva a la reducción de la productividad. 

El desarrollo profesional tiene beneficios tanto para los empleados como para la propia empresa:

• Ofrece la posibilidad de crecer laboralmente. Uno de los aspectos que más valoran los empleados es la posibilidad de crecer dentro de la empresa. La corporación que es capaz de crear un itinerario a mediano y largo plazo que cumpla las expectativas de desarrollo del trabajador tendrá una potente herramienta para la retención de talento. 

• Mejora el desempeño laboral. Los empleados ven que su trabajo tiene recompensa. Saber que existen altas probabilidades de conseguir beneficios (como un ascenso) mejora la calidad de su trabajo, y con ello, el desempeño. 

• Aumenta la productividad. Los empleados contentos y satisfechos con la empresa tienden a trabajar enfocados a conseguir metas. Las ganas y motivación para alcanzar el desarrollo esperado hace a los empleados más productivos. 

• Favorece la retención de empleados. Cuando los empleados ven que tienen la posibilidad de crecer profesionalmente se esfuerzan en lograrlo y no buscan oportunidades en otras empresas, por lo que el desarrollo profesional es una herramienta eficaz para retener a los empleados. 

• Mejora el nivel de satisfacción. Cuando una empresa permite el desarrollo profesional, los empleados lo valoran positivamente. Están conformes con su trabajo y muestran un estado de bienestar elevado que, además, influye positivamente en el clima laboral de la corporación.

El desarrollo profesional es beneficioso para los empleados y la empresa, pero es importante tener en cuenta que existen algunos inconvenientes a la hora de implementar un plan de carrera en una empresa: 

• Si se percibe cierta desigualdad entre los empleados para crecer profesionalmente, se generan celos e, incluso, mal clima laboral. 

• Para ayudar al desarrollo profesional, en muchos casos se ofrecen planes de formación, que significan una inversión inicial de tiempo y dinero.

• Menor desarrollo del trabajo en equipo. Los empleados tienden a trabajar individualmente para el beneficio de su propio crecimiento. Sin embargo, a veces, el trabajo en grupo es necesario para la empresa y, dependiendo de la personalidad del empleado, podría resentirse.

• En ocasiones, a pesar de los esfuerzos para mejorar el desarrollo profesional, la empresa puede no cumplir las expectativas del empleado, que puede decidir marcharse a otra corporación, con la consiguiente pérdida de talento y recursos invertidos.

El desarrollo profesional es un proceso que requiere tiempo. Está constituido por las siguientes fases:

1. Análisis. Hay que conocer la situación de partida de la organización, saber cuáles son sus características y valores para marcar unos objetivos claros. 

2. Incorporación. La organización tiene que implementar el desarrollo profesional dentro de la empresa. Debe dar a conocer sus beneficios a los empleados para que cada uno de ellos decida si va a trabajar enfocado a lograr dicho crecimiento. 

3. Activación. Para fomentar el desarrollo profesional, es altamente recomendable que la empresa realice cursos para que los empleados estén en continuo aprendizaje. Son los trabajadores quienes toman la decisión de inscribirse en los cursos de formación o no. También se pueden llevar a cabo otras actividades que ayuden a mejorar las habilidades laborales, como talleres, dinámicas de grupo, workshops, ponencias. 

4. Seguimiento. El Departamento de RR. HH. se encarga de hacer un seguimiento de todos aquellos empleados que quieren desarrollo profesional, por ejemplo, a través de evaluaciones de desempeño. 

Un plan de desarrollo profesional es una herramienta que ayuda a establecer los objetivos que se quieren alcanzar a lo largo de la carrera de un trabajador en una empresa. 

Es una guía donde se indican las acciones a realizar, los recursos a utilizar y todo lo necesario para el desarrollo profesional. Sirve de orientación para conseguir objetivos laborales. Los más habituales son ascender en el organigrama de la empresa o mejorar la retribución salarial, por ejemplo. 

Los planes de desarrollo profesional tienen que estar ligados a las necesidades de la organización. En otras palabras, la formación y acciones que se lleven a cabo para el crecimiento de cada profesional tienen que estar directamente relacionadas con necesidades concretas de la empresa. Por ejemplo, mejorar el departamento de logística o cubrir un puesto directivo. Pero también es importante que los intereses de ambas partes estén alineados.

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Es importante destacar que un plan de desarrollo profesional puede ser realizado tanto por los propios empleados como por la empresa, a través de su departamento de RR. HH. 

El proceso, en el primer caso, vendría de la autoexigencia y mejora individual que un determinado trabajador pudiera tener para consigo mismo. 

La empresa, por su parte, querría fomentar el crecimiento de los empleados y mejorar su desempeño para conseguir con ello mejores resultados corporativos.  

En cualquier caso, siempre es más beneficioso para todas las partes que sea la empresa quien cree y fomente itinerarios para el desarrollo profesional. Se recomienda tratar estos aspectos para crear el plan: 

• Analizar la situación inicial. Conocer las fortalezas y debilidades del empleado para saber hasta dónde quiere y puede llegar. Este análisis debe realizarse teniendo en cuenta tanto la perspectiva del profesional como las necesidades de la empresa. 

• Establecer objetivos. ¿Cuál es el objetivo principal que se quiere alcanzar? ¿Qué oportunidades al respecto puede llegar a ofrecer la empresa? Mirar al futuro a mediano y largo plazo, con unas expectativas realistas que no generen falsas esperanzas de progreso a los trabajadores.

• Identificar los recursos y herramientas. Para crecer profesionalmente es importante incluir en el plan los recursos y herramientas que se van a necesitar. En muchas ocasiones las empresas los facilitan. El principal de los recursos es la formación. Realizar cursos que ayuden a adquirir conocimientos y habilidades para alcanzar los objetivos planteados. 

• Crear acciones concretas que permitan el desarrollo. Para lograr el objetivo principal las empresas deben marcar metas a corto plazo, objetivos que se logren a través de acciones específicas. Por ejemplo, adquirir poco a poco más responsabilidad, realizar tareas que no sean las habituales, etc. 

• Hacer un registro del progreso. Todo lo que se va logrando debe quedar registrado tanto para uno mismo como para la empresa. Es la forma de ver si los objetivos se van cumpliendo o hay que ralentizar el proceso, hacer cambios, etc. 

• Realizar una evaluación. Para terminar, durante todo el proceso hay que hacer evaluaciones de desempeño, para corroborar que las acciones planteadas están cumpliendo realmente los objetivos de la empresa y las necesidades de progresión del empleado.

La gestión del rendimiento es un procedimiento mediante el cual se puede conocer cómo es el desempeño de los trabajadores. A través de la evolución y gestión del rendimiento es posible identificar los puntos fuertes y débiles del trabajador a la hora de ejecutar sus tareas. 

Detecta qué aspectos debe mejorar y cómo. Por ejemplo, si no sabe utilizar un programa informático necesario para crecer profesionalmente, se le ofrece realizar un curso. 

La gestión de rendimiento es la base para crear un plan y mejorar el desarrollo profesional de los empleados. 

Para realizar la gestión y evaluar el desempeño existen diferentes software, como el de Personio. Algunas de sus funciones son:

• Configurar y automatizar ciclos de gestión de desempeño;

• Realizar un Feedback 360º;

• Programar evaluaciones;

• Hacer seguimientos;

• Almacenar comentarios para que los directivos y todo el Departamento de RR. HH. pueda conocer las novedades.

Cada profesión y puesto de trabajo requieren de conocimientos y habilidades que no siempre se poseen en el momento en el que un empleado entra a una empresa. 

Por ello, una de las principales vías para crecer laboralmente es la formación (presencial u online). Adquirir conocimientos abre las puertas al desarrollo profesional. 

Las empresas están divididas por rangos y muchos empleados buscan alcanzar mayores responsabilidades, lo que suele tener repercusiones positivas en la retribución salarial y en la motivación, al sentir que la empresa es capaz de cumplir con las necesidades y expectativas que un empleado pueda tener. En este sentido, la formación es una vía indispensable para fomentar este crecimiento.

Un ejemplo de desarrollo profesional basado en la formación: un empleado entra en una empresa como secretario o recepcionista para atender a los clientes. 

Quiere superarse a sí mismo y crecer laboralmente, por lo que a lo largo de los años realiza diversos cursos sobre liderazgo, comercio y dirección. A medida que va adquiriendo dichos conocimientos y ampliando sus aptitudes, va aumentando su rango dentro de la empresa. Pasa a ser secretario de departamento y, luego, secretario de Dirección. 

Otro ejemplo de desarrollo profesional puede ir dirigido a favorecer un cambio hacia una nueva especialización.

El objetivo del desarrollo profesional no siempre tiene que ser aspirar a un escalafón más alto en el departamento. En ocasiones, el empleado desea únicamente ampliar sus tareas o busca un crecimiento transversal que le permita cambiar a otras áreas o especialidades.  

Tomando como referencia el ejemplo anterior, ese secretario podría comenzar a formarse en marketing y publicidad y terminar en el Departamento de Comunicación y Eventos. 

Ha remodelado su carrera profesional hacia un ámbito que le llamaba la atención. Ve colmadas sus expectativas laborales, al haber cumplido sus objetivos y necesidades. 

Y la empresa refuerza su equipo de Ventas con un profesional capacitado y motivado que, además, conoce los valores y cultura empresarial y las comparte. Se refuerza, por último, la experiencia del empleado, pues esta ha cumplido respecto a las necesidades que este empleado pretendía cubrir. 

El desarrollo profesional se logra mediante trabajo, constancia y formación. Trabajar para lograr unos objetivos claros y definidos que tienen que ver con el crecimiento profesional. Por ejemplo, aspirar a un puesto de trabajo más importante. El mentoring también es una técnica muy utilizada para favorecer el desarrollo profesional de ciertos profesionales con talento y proyección de futuro.

Lo que busca el desarrollo profesional es la progresión de un profesional, que adquiera aptitudes y habilidades para ser cada día mejor en lo que hace. De esta manera, el empleado podrá crecer o desarrollarse laboralmente hacia el destino que considere de su interés para ver cumplidas sus expectativas profesionales. 

Consiste en lograr la satisfacción, el crecimiento y el enriquecimiento del empleado, con los efectos positivos que esto tiene para la empresa.

Hay muchos factores que influyen en el desarrollo profesional. 

El primero de ellos es el conocimiento que el profesional tiene de uno mismo. Es decir, tiene que ser capaz de detectar sus fortalezas,pero también sus debilidades, para saber los puntos de mejora para progresar. 

Tener ganas de aprender continuamente y saber enfrentarse a los problemas son otros aspectos importantes. 

Además, para lograr el desarrollo profesional es importante trabajar alineado con las necesidades de la organización. Si no existe coordinación y entendimiento, es difícil crecer laboralmente.